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Nuestros años de experiencia en la profesión nos han aportado muchos conocimientos sobre cómo trabaja un detective privado (o cómo consideramos que debería hacerlo). Nosotros tenemos un método muy claro en 5 pasos que seguimos siempre, y es el siguiente:

  1. Primer contacto con el cliente:

Muchos de nuestros clientes son empresas recurrentes o personas que vienen por recomendación de sus abogados. Otros, son nuevos clientes conocedores de nuestra sede Segovia o nos han encontrado por internet tras una breve búsqueda en Google.

En cualquier caso lo normal es recibir una llamada o un correo electrónico donde el cliente nos hace un primer acercamiento a su asunto de interés.

Para poder aportarle una primera exposición del caso en concreto y unas primeras nociones de la operativa a seguir.

  1. Recepción en nuestro despacho – Visita gratuita y sin compromiso:

Siempre que sea posible nos gusta recibir a nuestros clientes en nuestro despacho, para conocer en persona los pormenores de la investigación que desean llevar a cabo (también es habitual que nosotros nos desplacemos a sus oficinas o empresas si se estima más conveniente).

Para nosotros también es clave personarnos con nuestro cliente, conocer cuál es su problema a fondo, confirmar si está legitimado para contratarnos para realizar la investigación y poder disponer de todos los detalles relevantes para que organicemos nuestra actividad. Dependiendo de los datos de partida la forma de atajar un asunto puede ser muy diversa.

Tras aclarar toda la información facilitamos un presupuesto que si es aceptado marcará el inicio de nuestro compromiso. La visita inicial en cualquier caso es gratuita y no compromete absolutamente a nada.

En muchos casos, este contacto se realiza por vía telemática a petición del cliente, con el fin de levantar sospechas o simplemente por su comodidad.

  1. Organización y reparto de tareas – Cómo trabaja un detective:

Una vez el asunto entra al despacho debemos obtener la documentación firmada por protección de datos y al asunto en cuestión le asignamos su número correspondiente en nuestro libro de actividad. Este paso es básico en la actividad como trabaja un detective.

Con los datos iniciales de los que disponemos para comenzar a trabajar elaboramos un organigrama y dividimos el trabajo entre aquellos detectives del despacho que por su perfil encajan más con el asunto que nos ocupa (depende de la edad de la persona a investigar, de los conocimientos en la materia concreta del caso, etc.). El detective siempre debe ir un paso por delante para conseguir la información que necesita (y más aún en asuntos que van a finalizar en los juzgados, situación en la que deben ponerse en la piel del abogado contrario para ser minucioso con la descripción de aquello que ve y evitar dar lugar a preguntas que se queden sin respuesta). No podemos dejar ningún cabo suelto porque eso puede suponer una baza perfecta para la otra parte, y esto siempre desde la más absoluta objetividad.

  1. Elaboración de la investigación y redacción del informe:

Con el apoyo constante de la dirección se iniciarían las investigaciones. Es común que en un mismo servicio cambiemos de detective, sumemos un apoyo extra, utilicemos tecnología de lo más diversa o incluso empleemos vehículos diferentes; actuaciones habituales para nosotros para conseguir un buen resultado y evitar que la parte investigada se percate de nuestra presencia.

Tras la investigación, comenzamos con la confección del informe, con la aportación de las pruebas fotográficas y videografías o de otra índole recabadas. Este documento es entregado al cliente en su caso para que pueda hacer uso del mismo como mejor consideren.

  1. Ratificación en juicio del informe de un detective privado:

Si somos requeridos para ello, en su día el informe que elaboramos sería ratificado en sede judicial. Allí responderíamos a las preguntas que el juez o las partes pudieran tener acerca de nuestra observación.

Lejos de lo que piensa la mayoría de la gente, la profesión de detective privado no es algo fácil que cualquier persona pueda llevar a cabo.

Para ser un buen detective privado, deberías dominar las siguientes aptitudes profesionales:

  • Debes ser paciente, ya que en la mayoría de los casos, el detective tendrá que permanecer posiblemente en un mismo lugar durante un día entero y en determinados casos incluso las noches.
  • Hay que ser meticuloso, ordenado y detallista para poder obtener unos resultados mucho más rápidos y efectivos en nuestras investigaciones.
  • DISCRECIÓN: de vital importancia y la mayor exigencia por parte del cliente.
  • Capacidad para trabajar solo o con compañeros; dependiendo del caso, se trabajará de una u otra forma, por lo que la versatilidad es indispensable y en muchos casos nos ofrece una versión de la investigación que nosotros solos no percibimos en un primer momento.
  • Ser buen observador y fijarse en lo que nadie se fija.
  • Tener don de gentes ayudará con los clientes y nos aporta mucha información en cada entorno de trabajo, sabiendo a su vez realizar aquellas preguntas idóneas tanto a clientes como investigados.
  • Formación y ética: ya que no todo vale y se debe tener muy claro hasta dónde podemos llegar por un cliente.
  • Ser totalmente consciente de la legitimidad de cada encargo.

Además de lo expuesto anteriormente, también es importante que todas esas aptitudes vayan acompañadas de los siguientes aspectos:

  • Permiso de conducir (coche y moto mínimo).
  • Habilidad para utilizar equipos electrónicos como los de audio, cámaras, videocámaras…
  • Tener conocimiento actualizado  de  leyes,  reglamentos  y  procedimientos  legales.
  • Tener un nivel alto de alfabetización para redactar los informes.

La subjetividad del detective puede afectar al trabajo.

Un detective privado no puede dar opinión o certeza de algo que no puede demostrar con pruebas fehacientes; esto se verá muy claro en la redacción del informe de investigación, por lo que una correcta descripción de los hechos dará credibilidad al documento y, con ello, a la investigación.

¿Puede afectar mi vida personal a la hora de ser un detective privado?

Sí. En mi opinión en la mayoría de las profesiones puede influir la vida particular, pero en concreto en esta en una mayor proporción, ya que nuestro estado determina la investigación y su proceso, de tal forma que si nuestro estado personal fuese distinto este proceso de investigación cambiaría, pudiendo favorecer la misma o empeorarla.

Lo más importante es diferenciar el trabajo de lo personal, pero muchas veces es tan fina la línea que lo delimita que puede alterarse uno respecto al otro.

Una vez te dedicas a la investigación privada es difícil separar estos dos aspectos y muchas veces en facetas de la vida personal pasas a ser detective. Es irremediable.

Cada día vivimos en un mundo mucho más digitalizado, pero hay profesiones que perduraran con el paso del tiempo.

Hablar de detectives privados, en la mayoría de los casos nos hace imaginarnos a una persona con gabardina y lupa.

Puede que durante una época fuera así, pero en la actualidad, dista mucho de la realidad. Un detective es uno más en la calle, un hombre haciendo la compra, una mujer en la peluquería, un joven sacando a un perro.

Que sea uno más, no quiere decir que la labor de un detective, pueda hacerla cualquiera. Para llevar a cabo esa labor de indagación y observación para aportar información útil a su cliente, primero debe estar debidamente acreditado por el Ministerio del Interior y la Dirección General de Policía. Una vez listos todos los trámites administrativos cualquier persona, particular o empresa, podrá contar con nuestros servicios siempre y cuando se demuestre el legítimo interés.

Todo nuestro trabajo, es válido y probatorio ante un tribunal, siendo ratificado por nosotros ante un juez.

Desde la antigüedad, la gente ha requerido de servicios de investigación privada en multitud de ámbitos y por ello, nuestra labor se ha ido adaptando a los nuevos tiempos.

Hoy en día, en INBERA DETECTIVES PRIVADOS, abarcamos todo tipo de casos, entre los que se encuentran:

  • Infidelidades, para resolver cualquier asunto en el que surja algún tipo de duda respecto a la pareja.
  • Insolvencias fingidas, en supuestos de reclamaciones de indemnizaciones ayudando a corroborar esa falsa insolvencia.
  • Preinformes, para aclarar situaciones personales particulares de cara a contrataciones.
  • Control de menores, inmersos en casos vandálicos o antisociales que degeneran en conductas incívicas.
  • Bajas laborales, solucionando todo tipo de problemas en este ámbito.
  • Redes sociales, que son gran complemento en nuestra labor investigadora.
  • Comprobación de las medidas tras divorcios o separaciones para verificar la situación y corroborar si existe posibilidad de una modificación de medidas.
  • Mystery shopping, dando seguridad a la empresa en cuanto a la labor desempeñada por sus empleados, atendiendo a los clientes de su negocio.

Me gustaría remarcar, que, aunque la labor del detective privado es homogénea en cuanto a las tipologías, desde INBERA DETECTIVES PRIVADOS, apreciamos las diferencias que existen entre una investigación llevada a cabo en una gran metrópoli y capitales de provincia o ciudades más pequeñas.

Por mi experiencia, en las grandes capitales de provincia, los clientes buscan el mínimo contacto con la empresa, primando siempre la discreción; en cambio, desde INBERA DETECTIVES PRIVADOS, consideramos, que discreción y trato cercano no son incompatibles.